El fenómeno chueta fue un producto de la discriminación, con fines políticos, económicos y sociales. Aún después de varios siglos de que la Inquisición fuese extinguida, en la Isla de Mallorca, sus consecuencias se sienten todavía hoy en los descendientes, los cristianos nuevos, que llevaban el nombre peyorativo de chuetas, que los transformaba en un grupo diferente dentro de la sociedad mallorquina.
por Lidia Jacubovski
El fenómeno chueta fue un producto de la discriminación, con fines políticos, económicos y sociales. Aún después de varios siglos de que la Inquisición fuese extinguida, en la Isla de Mallorca, sus consecuencias se sienten todavía hoy en los descendientes, los cristianos nuevos, que llevaban el nombre peyorativo de chuetas, que los transformaba en un grupo diferente dentro de la sociedad mallorquina.
“Chueta” en el diccionario dice: “Nombre que se da a los que se suponen descendientes de judíos-conversos en las Islas Baleares. Mala nota.”
La palabra chueta deriva de xueto o jueto, forma despectiva de tratar al cristiano nuevo, descendiente de judíos. También tiene relación con la palabra chanco (chancho), porque los conversos, o los judíos, en secreto, para mostrar lo buen cristianos que eran, públicamente comían puerco. La Isla de Mallorca es una de las islas que forma el archipiélago Balear, localizado en el Mediterráneo occidental, perteneciente al territorio español. Las otras islas que forman el archipiélago son Ibiza, Formentera y Cabrera.
Por su localización Mallorca se encuentra aislada, lo que explica el carácter peculiar de sus habitantes. La isla pasó por diferentes conflictos en función del poder dominante, sufriendo los vaivenes de la política española y la lucha de poder de las sucesiones monárquicas. También sufrió las consecuencias de mudanzas climáticas lo que perjudicó, por largos períodos su economía. Mallorca estaba siempre en lucha contra los piratas árabes que asolaban las costas Baleares y Mediterráneas. Es difícil determinar en qué momento los judíos llegaron a Mallorca. Según algunos autores a partir del siglo 12, dedicándose al comercio. Pero descubrimientos arqueológicos fechados en el siglo 11, muestran que ya en esa época se realizaban baños rituales, pero en realidad desde hacía mucho antes había judíos en España. Bajo el gobierno del rey aragonés Pedro IV, El Ceremonioso (1336-1387), casi mil familias estaban instaladas en Mallorca y Menorca, poseían un alto nivel cultural, y eran destacados sobre todo en ciencias. Se dice que en Mallorca se dibujó el mundo. Varios judíos mallorquines destacaron en la fabricación de instrumentos de cálculo náutico y la cartografía estaba por entero en sus manos. La elaboración de las cartas de navegación, eran muy conocidas, y los famosos mapa-mundi, eran muy exactos y bien conocidos, llamados Portulanos. Un portulano constaba de 6 hojas de pergamino, de las cuales 4 representaban regiones costeras situadas entre Gibraltar y el mar de la China. Eran los cuadernos de instrucciones del siglo 13 al 16, cartas náuticas planas, sin esfericidad, no tenían marcados los paralelos ni los meridianos, porque la técnica cartográfica de la visión esférica del mundo por coordenadas, fue inventada después de 1600 por Gerardo Mercador y Alfonso de Sta.Cruz.
La brújula parece ser inventada por los Chinos y Marco Polo la introdujo en Europa, quizás en el siglo 12 y 13. Una de las familias que destacó en este trabajo fue la de los Cresques. Abraham Cresques (a quien llamaban “el judío de los mapas”) con su hijo Yehuda, terminó en 1373, el famoso “Atlas Català” (que se encuentra en Paris en la Biblioteca Nacional), otros eran Haim Ibn Rish, Gabriel de Válsecha (quien en 1439 diseñó el mapa que debía orientar a Vespucio a América) y Mecia de Villadestes, Jafuda (Yehuda) Cresques, tuvo que emigrar a Portugal donde se convirtió al cristianismo, bautizándose con el nombre de Jume Ribes y pasó a dirigir la escuela de Sagres bajo el comando de Don Henrique el Navegante.
Otro judío, Abraham Zacuto, exilado en Portugal, asistiría con sus conocimientos astronómicos y náuticos a la preparación de la expedición de Vasco da Gama.
En 1929, fue hallado en Constantinopla un mapa incompleto fechado en 1513, que representaba América del Sur y Africa, con longitudes correctas, pertenecía a un almirante turco,
CReis = Piri Ibn Haji Memmed (1470-1554) que afirma se basó en 20 mapas, algunos de la época de Alejandro Magno, cuyas unidades de medidas coinciden con las de los fenicios y cartagineses. Piri lo que hizo fue unir trozos de portulanos antiguos, los sobrepuso, algunos mal orientados y con graves errores. Las conclusiones son que experimentados navegantes recorrieron el globo 10,000 años antes, cuando Europa se encontraba en la pre-historia. Los vikingos en 986 y 1002, habían visitado la costa Atlántica de los Estados Unidos.
Entre los especialistas, la discusión sobre la contribución de judíos y conversos al descubrimiento de América parece seguir, pero sí se puede afirmar que ha sido de suma trascendencia, y la pregunta de quién era Columbus, y cuál era su origen no cesa de fascinar a los historiadores hispánicos e internacionales.
El historiador Gabriel Vertmartoral, dice que el almirante no era italiano, sino un judío marrano, pero si Colon era judío o no, carece de importancia, pero sí es importante, que no había argumento en contra entre los investigadores acerca del importante rol que jugaron los judíos marranos en el descubrimiento de América.
Salvador de Madariaga, nacido en la Coruña en 1886, en su libro: “Vida del muy magnífico Sr. Don Cristóbal Colón,” sostenía que los Colombo descendían de judíos mallorquines, de los Chuetas, establecidos en Génova en el siglo 15 y Ibrahim Husain Hallar: “Descubrimiento de América por los árabes”, en el cap. 3 dice “Cristóbal Colón judío” era un converso.
Cuando el almirante llegó a Portugal se casó con Felipa Moníz, cristiana nueva, de origen judío. En Portugal, Colón consiguió ayuda de los judíos para su proyecto, así como apoyo científico a través de mapas, tablas de astronomía y los trabajos de Abraham Zacuto.
En Castilla fue acogido por el duque de Medinaceli, nieto de una judía. En la corte le ayudaron Abraham Señor, Luis de Santangel, consultante de la reina, que la convenció de apoyar a Colón, (hasta el extremo de que ella estuvo dispuesta a vender sus joyas o al menos ponerlas como garantía para la misión) y que le prestó 70,000 ducados para financiar la empresa.
Colón volvió a Granada como la reina pidió y de allí salió hacia su magnífica aventura. Colón nunca olvidó a quien le debía la oportunidad de su vida y los primeros documentos que escribió sobre sus descubrimientos, desde la ‘Santa Maria’, fue a Luis de Santangel, ministro de finanzas en ese tiempo. Esos documentos están en exhibición en el Museo del Almirante en España.
Luis de Santangel era el hijo de un marrano muy rico y respetado entre las familias del reino, pero sin embargo la Inquisición persiguió a miembros de su familia, y su propio padre fue quemado en las cortes de la ciudad de Zaragoza.
La historia de España en el siglo 15 está llena de cambios, sorpresas y controversia, Isabel se convierte en la Reina de Castilla, y la batalla sobre quién gobernaría, o quién sería la reina, se determinó con la ayuda de los judíos marranos. Desde Segovia, don Abraham Señor, el más importante de los judíos de España, cercano al trono y a cargo del tesoro, y responsable de los asuntos judíos en la administración, fue el que convenció a los oficiales y militares de Segovia, de apoyar a Isabel y pelear por ella, para ganar el trono a su sobrina, Juana la Beltraneja, hija del rey Enrique IV en 1474.
La reina le estaba agradecida y lo nombró jefe de la recaudación de impuestos, en el estado de Castilla y le dio el titulo de ‘Rabi de la Corte’, que significaba Rabi del reino. Cuando Abraham Señor supo, en Abril de 1492, que los reyes tomaron la decisión de expulsar a los judíos de España, usó toda su influencia y junto con su asistente don Isaac Abarbanel, trataron de convencer al rey de no aceptar la ley de la Iglesia, y juntaron enormes sumas de dinero que ofrecieron al rey para cambiar su decisión, pero los reyes rechazaron su oferta, y le rogaron que se convirtiera al cristianismo, lo cual don Isaac Abarbanel rechazó y junto con varios judíos se fue a Italia. Abraham Señor se convirtió al cristianismo cambiando su nombre por Cornell. Esta información proviene del libro “Out of Spain” del excelentísimo don Itzhak Navon, quinto presidente de Israel.
También intervinieron a favor de Colon, los conversos Juan Cabrero y Alfonso de la Caballería.
Algo interesante con respecto a Colon de Georg Friederici, en su libro: “El carácter del descubrimiento y de la conquista de América”, cuenta que el marinero Juan Rodríguez Bermejo, conocido como Rodrigo de Triana, de origen musulmán, oriundo de Sevilla, tripulante de ‘La Pinta’ fue el primero en divisar tierra desde su puesto de vigilia, en la madrugada del 12 de Octubre de 1492, lo que vio fue una pequeña isla del archipiélago de las Lacayas, Bahamas, cuyo nombre indígena era Guanahani, a la que Colón llamó San Salvador. De Triana no pudo cobrar los 10.000 maravedíes de recompensa que habían prometido los reyes católicos al primero que divisara tierra, porque Colón dijo haberla visto antes que él y se embolsó la suma.
Triana, en 1525, participó en la expedición del fraile dominicano Garcia Cofre de Loaisa (184-1546) a las Malucas.
Otra historia curiosa sobre Colon, es la de Jean Meyer, en su libro: “Esclavos y negreros”, que afirma que en 1493, Colón, en su segundo viaje, no dudó en conducir un cargamento de esclavos al continente americano.
Entre los tripulantes figuraban varios hombres de origen judío, entre los 120 navegantes del primer viaje, no había ningún sacerdote católico.
Trabajo recopilado, ordenado e investigado en varias fuentes, por Lidia Jacubovski, 2004/5.
Cuando llegó a Mallorca la noticia de las matanzas de judíos en Valencia y Sevilla, invadieron el Call, saqueando sus casas y quemándolas y murieron muchos judíos en una anarquía que duró varios días y sobre todo recuperando los documentos de los préstamos.
Volviendo a Mallorca; en 1391, los “payeses y menestrales” gente del campo o del interior, agobiados por los altos impuestos y cansados de los excesos de los nobles, odiando a los judíos por ser ellos los usureros, invadieron la ciudad.
Usurero, en el diccionario dice: “Persona que presta con interés excesivo.” Usura es: “Interés que se lleva por el dinero. Intéres excesivo de un préstamo”. ¿No es eso un Banco?
Cuando llegó a Mallorca la noticia de las matanzas de judíos en Valencia y Sevilla, invadieron el Call, saqueando sus casas y quemándolas y murieron muchos judíos en una anarquía que duró varios días y sobre todo recuperando los documentos de los préstamos.
Después de la persecución y huída, los judíos volvieron, atraídos por el comercio, y otra vez eran numerosos, entonces el Rey Fernando I de Antequera, publicó unas ordenanzas obligándolos a vivir en barrios separados, a distinguirse por el traje y restringir su trato con los cristianos.
Los judíos tenían entonces que habitar en el Call, o sea La Calle, sin poder salir de allí, a no ser para comercializar o temporariamente, El Call Maior y Call Menor.
Sus profesiones eran las de zapateros, joyeros, relojeros y préstamo de dinero, o sea bancarios.
En 1475 se desató otra ola de violencia instigada por una Bula de Benedicto 13, el anti-papa, contra los judíos y en 1474 con la subida al trono de los reyes católicos se puso en marcha la “solución final” de los judíos y musulmanes.
En 1478, se crea el Tribunal de la Inquisición, por una Bula Papal y Torquemada es nombrado Inquisidor General. La Inquisición garantizó una amnistía general y declaró estar dispuesta a recibir a los arrepentidos que se convirtieran al cristianismo. Unos 680 lo hicieron, pagando una considerable multa. La Inquisición no era solo un tribunal religioso, sino también un instrumento del poder estatal que convencieron a los reyes de erradicar todos los males de la sociedad expulsando a los herejes. En el documento de la expulsión, los judíos que no se convertían deberían abandonar España en 4 meses, dejando todos sus bienes.
Para conseguir la unidad civil y política, pensaban los reyes que los súbditos debían profesar una única religión, la cristiana, por lo tanto la religión judía y la musulmana eran un delito contra el Estado. Cerca de 300,000 judíos, el 5 % de la población total, se vio obligada a emigrar al Norte de Africa, al mundo islámico, al imperio Otomano, a Egipto y Palestina y al sur de Francia, Países Bajos, Italia, y Alemania.
Unos 120.000 cruzaron el Tajo y se refugiaron en Portugal, cayendo en una trampa mortal, tendida por el propio rey, Juan II, El Perfecto (1455-1495) que en forma especulativa les ofreció su protección, concediéndoles asilo temporario a cambio de gruesas sumas de dinero, para luego perseguirlos y expulsarlos. En 1509, muchos judios secretos fueron públicamente quemados delante de La Puerta de Jesús, en Palma.
En 1679, cuando descubrieron una sinagoga en una casa de las afueras, varios cientos de judíos fueron condenados por el tribunal a prisión perpetua y sus propiedades confiscadas.
Para escapar a las extorsiones, un número de Chuetas, los más ricos de Palma, decidieron irse de la isla y para ello alquilaron un barco inglés, en el cual embarcaron, pero los vientos los obligaron a volver al puerto de Palma, donde fueron condenados a prisión por 5 años, y en 1691, la Inquisición confiscó sus propiedades, y más de 50 entre ellos, fueron garroteados y después quemados en estacas. Entre ellos el Rab Rafael Valls, su alumno, Benito Terongi, y su hermana Catalina.
En 1755, una lista fue publicada, en donde se mencionaba los nombres y rangos de los condenados a muerte o a la confiscación de propiedad, y fotos también fueron exhibidas en el monasterio Dominicano.
Los rabinos de Mallorca, fueron apresados, torturados, y quemados, entre ellos, los maestros de la Sinagoga de Palma, ante esto los judíos huyeron en pánico hacia las montañas de Lluch y así quedó destruído el Call de Mallorca y la Sinagoga, pero quedaron los “chuetas”, los conversos.
Los “cristianos viejos” eran intocables y no se tenía sospechas de que judaizaban. Eran los “anusin” los conversos forzados, los judeo-cristianos que emigraron a la isla en el siglo 15, en tiempos del obispo Severo de Menorca y estaban integrados en la sociedad de los creyentes de cristo. Los demás, eran despojados de sus bienes, acusados una y otra vez de cripto-judaísmo, acusados de simular la pasión de Jesús en la persona de un esclavo, acusados de raptar niños para beber su sangre, acusados de profanar las hostias sagradas de la eucaristía, o de cumplir el día Sábado. El único mandamiento a la religión judía que les era posible cumplir, era no comer en Iom Kipur.
Los Chuetas sufrieron el tormento de las cárceles del Sto. Oficio, y eran conducidos en dantescas procesiones por las calles de Palma en la semana santa o eran consumidos en la hoguera, en la noche de San Bartolomé que no era otra cosa que un baño de sangre. En 1435 se produce una última y definitiva conversión de los judíos al cristianismo, realizada en la catedral.
Cuando en 1492 los Reyes Católicos instituyen el Tribunal de la Inquisición, en Mallorca ya no había judíos. La función del tribunal era perseguir a los cristianos-nuevos acusados de mantener el judaismo en secreto. Estos seguían viviendo en El Call, tampoco eran bienvenidos en otros lugares. Varios fueron los Autos de Fe realizados por la Inquisición, algunos de ellos durante el siglo 17, en 1645, 1675, 1679 y el último en 1691.
El Tribunal de la Inquisición fue cerrado oficialmente, en 1820, pero aun posteriormente al Concilio Vaticano II, los chuetas eran perseguidos, especialmente en Semana Santa. Después, los chuetas comienzan a integrarse lentamente en la sociedad.
Durante estos actos los condenados eran obligados a vestir una túnica llamada “Sanbenitos” en las cuales estaba grabado el nombre de la familia. Estos sanbenitos eran colgados en la Iglesia de los Dominicanos, con el tiempo, estos se pudrían, entonces el Tribunal del Santo Oficio, que de santo no tenía nada, que era ni más ni menos, un grupo terrorista, pidió que fueran renovados. El Inquisidor de Mallorca decidió que serían renovados, pero solamente los que pertenecían a las personas condenadas en los Autos de Fe a partir de 1675, pero esto fue hecho en 1693, pero no todos los sanbenitos fueron renovados, solamente los pertenecientes a los siguientes 15 apellidos, Arguilo, Boñin, Cortes, Forteza, Fuster, Marti, Miro, Pico, Piña, Pomar, Segura, Tarongi, Valenti, Vallerola, Valls. ¿Por qué solamente estas personas? Porque ellos formaban el grupo de los chuetas, a los cuales la Inquisicion señalaba especialmente.
Si a primera vista parece que el problema era religioso, analizando un poco más en profundidad, podemos percibir el fondo económico y social. Económico porque se trataba de un grupo que, a los ojos de los otros, tenía un alto poder adquisitivo, ya que los judíos eran óptimos comerciantes y administradores. Pero no era un grupo homogéneo, encontramos dos sub-grupos en función del poder económico y social. Los llamados “orelhas altas” que son los aristocráticos, que no vivían dentro del Call, que tenían un alto poder adquisitivo y los llamados “orelhas baixas” que vivían en el Call, con menor poder adquisitivo. Social, porque formaban un grupo que podía ser atacado por las clases altas, cuando era necesario, porque evidentemente alguien tenía que cargar la culpa. El Tribunal de la Inquisición se cerró oficialmente, en 1820, pero aun posteriormente al Concilio Vaticano II, los chuetas eran perseguidos, especialmente en Semana Santa. Después, los chuetas comienzan a integrarse lentamente en la sociedad. En 1873 fueron admitidos en las escuelas públicas, Instituto argentino de cultura islámica, Miquel Ferray Maitorell y otras fuentes sacadas del Internet, recopilado por aunque hasta comienzos del siglo XX no les era permitida su entrada en algunas escuelas religiosas alegando, “La limpieza de sangre”.
Un momento: “Limpieza de sangre? Compañeros, como ven Hitler no tuvo que esforzarse, ya estaba todo dado, solo había que estudiar los archivos de la Inquisición, que tenía todo muy bien documentado. El caso más famoso de discriminación tal vez sea el del presbítero Josep Tarongi, que tuvo que salir de Palma para ordenarse de sacerdote y cuando volvió se le prohibió de oficiar misa en la iglesia de Santo Domingo por ser cristiano-nuevo, eso ya a fines del siglo 19. Durante los siglos 14 y 15 la totalidad de judíos residentes en Baleares fueron obligados a convertirse al cristianismo y a adoptar al mismo tiempo, por via del bautizmo, nombre del santoral y apellido del padrino (un cristiano viejo).
Así, linajes de la aljama o judería como los Cresques, Magalluf o Gabbay fueron sustituídos por otros como Ribas, Arbona o Colom. Otros dos linajes supervivientes a tan drástico cambio, parecen ser Salom y Maimó, muy probablemente de orígen hebreo, como eran los nombres del filósofo Abraham ben Salom y Maimónides. La Inquisición mallorquina primero y la Inquisición española después, desde el siglo 14 al 18, se ensañó primero contra los judíos, luego contra los conversos y después, contra los chuetas o descendientes de conversos. Fueron al final estos últimos, quienes cargaron con el “sanbenito” de todos los demás, es decir, los que llevaban los doce apellidos de la última remesa de cristianos nuevos, apellidos prestados, como en los casos anteriores, de sus padrinos de fuentes: Aguiló, Boñin, Cortés, Forteza, Fuster, Martí, Picó, Piña, Pomar, Rey, Segura y Valls. Los descendientes de Los Chuetas, que hasta hoy día, llevan los nombres de Esos permanecieron, en muchos casos, dentro de la “calle”, en lo que se llamaba también la “platería”, distrito de los joyeros, actividad a la que se dedicaron principalmente, sufriendo en varias ocasiones y una de ellas, ya en pleno siglo 19, las iras populares. En todo tiempo, blanco de las burlas, y objeto de insultos. Son la comunidad étnica más antigua de Mallorca, dice I. Navon, llegaron desde Israel, durante el Imperio Romano, en 1391 y la mayoría se convirtieron al cristianismo, y aun hoy, a pesar de haberse separado del judaísmo cientos de años atrás, se puede todavía percibir un tono de disgusto en los vecinos, que los llaman judíos. Ellos llevan una vida cristiana y comercian el oro y joyas y no ocultan su origen judio.
El Tribunal de la Inquisición fue cerrado oficialmente, en 1820, pero aun posteriormente al Concilio Vaticano II, los chuetas eran perseguidos, especialmente en Semana Santa. Después, los chuetas comienzan a integrarse lentamente en la sociedad.
Durante estos actos los condenados eran obligados a vestir una túnica llamada “Sanbenitos” en las cuales estaba grabado el nombre de la familia. Estos sanbenitos eran colgados en la Iglesia de los Dominicanos, con el tiempo, estos se podrían, entonces el Tribunal del Santo Oficio, que de santo no tenía nada, que era ni más ni menos, un grupo terrorista, pidió que fueran renovados. El Inquisidor de Mallorca decidió que serían renovados, pero solamente los que pertenecían a las personas condenadas en los Autos de Fe a partir de 1675, pero esto fue hecho en 1693, pero no todos los sanbenitos fueron renovados, solamente los pertenecientes a los siguientes 15 apellidos, Arguilo, Boñin, Cortes, Forteza, Fuster, Marti, Miro, Pico, Piña, Pomar, Segura, Tarongi, Valenti, Vallerola, Valls. Porqué solamente estas personas? Porque ellos formaban el grupo de los chuecas, a los cuales la Inquisicion señalaba especialmente.
Si a primera vista parece que el problema era religioso, analizando un poco más en profundidad, podemos percibir el fondo económico y social. Económica porque se trataba de un grupo que, a los ojos de los otros, tenía un alto poder adquisitivo, ya que los judios eran óptimos comerciantes y administradores. Pero no era un grupo homogéneo, encontramos dos sub-grupos en función del poder económico y social. Los llamados “orelhas altas” que son los aristocráticos, que no vivian dentro del Call, que tenían un alto poder adquisitivo y los llamados “orelhas baixas” que vivían en el Call, con menor poder adquisitivo. Social, porque formaban un grupo que podía ser atacado por las clases altas, cuando era necesario, porque claro que álguien tenia que llevar la culpa. El Tribunal de la Inquisición fue cerrado oficialmente, en 1820, pero aun posteriormente al Concilio Vaticano II, los chuetas eran perseguidos, especialmente en Semana Santa. Después, los chuecas comienzan a integrarse lentamente en la sociedad. En 1873 fueron admitidos en las escuelas públicas, Instituto argentino de cultura islámica, Miquel Ferray Maitorell y otras fuentes sacadas del Internet, recopilado por aunque hasta comienzos del siglo XX no les era permitida su entrada en algunas escuelas religiosas alegando, “La limpieza de sangre”.
Un momento: “Limpieza de sangre? Compañeros, como ven Hitler no tuvo que esforzarse, ya estaba todo dado, solo había que estudiar los archivos de la Inquisición, que tenía todo muy bien documentado El caso mas famoso de discriminación tal vez sea el del presbítero Josep Tarongi, que tuvo que salir de Palma para ordenarse de sacerdote y cuando volvió fue prohibido de oficiar misa en la iglesia de Santo Domingo por ser cristiano-nuevo, eso ya a fines del siglo 19. Durante los siglos 14 y 15 la totalidad de judíos residentes en Baleares, fueron obligados a convertirse al cristianismo y a adoptar al mismo tiempo, por via del bautizmo, nombre del santoral y apellido del padrino (un cristiano viejo).
Así, linajes de la aljama o judería como los Cresques, Magalluf o Gabbay fueron sustituídos por otros como Ribas, Arbona o Colom. Otros dos linajes supervivientes a tan drástico cambio, parecen ser Salom y Maimó, muy probablemente de orígen hebreo, como eran los nombres del filósofo Abraham ben Salom y Maimónides. La Inquisición mallorquina primero y la Inquisición española después, desde el siglo 14 al 18, se enzañó primero contra los judíos, luego contra los conversos y después, contra los chuetas o descendientes de conversos. Fueron al final, estos últimos, quienes cargaron con el “sanbenito” de todos los demás, es decir, los que llevaban los doce apellidos de la última remesa de cristianos nuevos, apellidos prestados, como en los casos anteriores, de sus padrinos de fuentes: Aguiló, Boñin, Cortés, Forteza, Fuster, Martí, Picó, Piña, Pomar, Rey, Segura y Valls.Los descendientes de Los Chuetas, que hasta hoy día, llevan los nombres de Esos permanecieron, en muchos casos, dentro de la “calle”, en lo que se llamaba también la “platería”, distrito de los joyeros, actividad a la que se dedicaron principalmente, sufriendo en varias ocasiones y una de ellas, ya en pleno siglo 19, las iras populares. En todo tiempo, blanco de las burlas, y objeto de insultos. Son la comunidad étnica más antigua de Mallorca, dice I. Navon, llegaron desde Israel, durante el Imperio Romano, en 1391 y la mayoría se convirtieron al cristianismo, y aun hoy, a pesar de haberse separado del judaísmo cientos de años atrás, se puede todavía percibir un tono de disgusto en los vecinos, que los llaman judios. Ellos llevan una vida cristiana y comercian el oro y joyas y no ocultan su origen judio.
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